«Nunca estuve en San Francisco»
Luis Alemany
Los poemas de Pablo Luque Pinilla y las fotografías de José Luis Rodríguez Torrego inventan un nuevo mapa de la ciudad
Luis Alemany | Madrid
Actualizado sábado 15/06/2013 13:43 horas
Ellis St., Crossing Powell St., Market St., Chinatown, Alcatraz Island, Haight-Ashbury, Transamerica Pyramid... No hay nada más sugerentes que los topónimos de una ciudad leídos por aquél que no ha pisado (aún) sus calles. «Todos me dicen que soy distinto desde que estuve en San Francisco», escribe el poeta Pablo Luque Pinilla en uno de los versos de SFO, el atlas de poemas y fotografías que ha publicado junto al diseñador José Luis Rodríguez Torrego en el sello Renacimiento.
Rodríguez Torrego, autor de las imágenes, sí que ha estado en San Francisco; Luque Pinilla no. «Ha sido un reto y un trabajo de documentación muy grandes. Al principio estaban las fotos de José Luis, que me decía que quería hacer un libro con ellas y que me sugirió la idea de hacer un relato poético que las acompañara. Vi el material y me gustó mucho, había algo reconocible, algo familiar, y, además, había muchas historias en los retratos de sus personajes: en la prostituta, en el vagabundo...».
Así que aceptó el encargo. «Está el falso mito de que el poeta sólo escribe desde sus percepciones y sus obsesiones. A mí me gusta hacer el viaje contrario, buscar en el exterior y descubrir que nada nos es ajeno. En los poemas quería mirar fuera y dentro». Y eso era mucho trabajo. «Si la fotografía la podíamos ubicar en algún lugar concreto del mapa de la ciudad, buscaba que tiendas había en esa esquina, qué restaurantes, qué se comía en esos restaurantes. He estado en Los Ángeles, he vivido un año en la Costa Este, pero en lo que soy un experto es en San Francisco».
Por ejemplo: «Hay unos versos a Twin Peaks, que no es la serie de televisión en la que todos pensamos sino dos montañas que dominan el paisaje de San Francisco. Había una fotografía de José Luis con dos chicas negras mirando a lo alto que me brindaba esa analogía». «Accedemos fluyendo entre el asfalto / por laderas de metal y olas de ceniza. / Miramos y al mirar reconocemos: la divisoria sobre Downtown; / su diagonal trazada/ allí / donde se embarcan los ojos / hasta el umbral de la bahía».
«Me gusta escuchar antes de escribir. Estaba claro que el riesgo de escribir sobre una ciudad extranjera era caer en el costumbrismo, escribir el equivalente de esos relatos de gitanas y toreros hechos por ingleses que a los españoles nos hacen sonreír. No sé cómo me sentiré el día que vaya a San Francisco, pero no creo que me sonroje. Me encantaría que hubiera una traducción al inglés de este libro».
Todo este rato charlando sobre poesía y San Francisco, ¿y todavía no han aparecido los beats en la conversación? Que nadie sufra, Ginsberg aparece en algún rincón de SFO (pero no City Light Books) como un recorte más en el mapa-collage del paisaje de San Francisco. «Pero no se crea que he tenido muy en la cabeza la tradición literaria de San Francisco. A Walt Whitman, por ejemplo, lo tengo más presente».
SFO no sólo aparece como libro. También es una aplicación para tabletas que, entre otros encantos, incluye Una pista de sonido con los ruidos de las calles de San Francisco. Casi tan sugerente como los nombres de sus calles.
Texto fuente: Nunca estuve en San Francisco – El Mundo