«Pablo Luque demuestra que en poesía el cero puede tender al infinito»
Miguel Ángel Ordovás
El Cero con el que Pablo Luque Pinilla titula este libro que ha publicado Renacimiento no se identifica con el vacío; más al contrario, hace referencia a un origen, al punto desde el cual se parte para emprender un camino o una búsqueda. Por eso, buena parte de los poemas que componen el libro tienen una voluntad de definir, de decir y de describir las cosas, como queriendo dotar a la palabra poética de esa potencia creadora que alberga su etimología.
Los poemas de Luque van cimentándose en ellos mismos a la vez que definen lo que nombran con una implacable solidez marcada por un extenso uso de la anáfora, la repetición que a su vez evidencia otro de los conceptos que aparecen a menudo en este libro: la circularidad ―como circular es el cero― y una manera de entender el tiempo en la que presente, pasado y futuro confluyen e identifican, como le sucedía a Eliot, una evidente influencia del autor. «Todo empieza y acaba en un mismo lugar», dice en el poema Inflexión, en el que espacio y tiempo aparecen enmarcados en ese vínculo cíclico en donde no cabe hablar de un principio o un fin.
No es únicamente la presencia del autor de Cuatro cuartetos la que puede apreciarse en este poemario, en el que Pablo Luque dialoga con otras voces poéticas que perfilan el tono de su escritura. Pero las referencias culturales no se limitan únicamente a la poesía, y abarcan el cine ―desde Woody Allen hasta Matrix―, las matemáticas ―con la evocación de Evariste Galois― o la filosofía ―como en uno de los poemas más sugestivos del libro, «Discípulo de Derrida deconstruyendo a su amada»―. Por último, no hay que olvidar tampoco las ilustraciones que acompañan a algunos de los poemas, obra de Luis Ruiz del Árbol, que resultan un complemento idóneo a la escritura de Pablo Luque Pinilla.
Texto fuente: Pablo Luque demuestra que en poesía el cero puede tender al infinito – El Periódico de Aragón